viernes, 8 de agosto de 2008

DEFENDIENDO LA PREFERENCIA SEXUAL

Todo ser humano tiene derecho a elegir su preferencia sexual y esta elección no cambia su esencia de ser humano. Yo escribo desde mi convencimiento heterosexual, pero defiendo la homosexualidad como la más íntima decisión que solo a cada individuo compete.

En un mundo en el que los temas sexuales fueron tabú por varios siglos y en el que puede entenderse mucho más la violencia en cualquiera de sus manifestaciones, que cualquier preferencia sexual distinta, es entendible el rechazo. Máxime si hasta no hace mucho la mujer era considerada como un ser sin sexualidad, y solo como un instrumento para el alivio del macho.

Existen teorías que declaran una bisexualidad natural en el ser humano –según Freud- y, quizá, sea en la etapa de la niñez cuando ésta se encuentre más latente. Quizá, también, sean los roles que el infante viva dentro del núcleo familiar los marcadores decisivos para adquirir a futuro una preferencia sexual definitiva o, la forma en que los propios padres traten las inclinaciones sexuales de sus hijos y la libertad para ello que éstos les otorguen.

Posiblemente si no habitáramos en una sociedad que marca pautas de conducta como únicas opciones para vivir dentro de lo socialmente correcto, el ser humano tendría una libertad plena para definir su sexualidad y, por lo tanto, no existiría el rechazo a las preferencias sexuales distintas.

Tal vez el miedo sea el reactor principal que hace manifiesto dicho rechazo. Miedo a lo que muchas veces no se conoce y por eso no se entiende y por consecuencia se teme. Y no me refiero a que sea necesario mantener relaciones sexuales distintas a las que tenemos abiertamente, sino a conocernos verdaderamente a nosotros mismos en nuestra intimidad sexual.

No hablo de desenfrenos o perversiones. No hablo de personas adultas -protegidas por gobiernos e iglesias- agrediendo sexualmente a niños. Hablo de esa cuestión íntima, limpia y natural, hablo de sexo en paz y sin vergüenza. Hablo de una libertad no conseguida sino irrenunciable, con la que todo ser humano por genética nace: su sexualidad.

Issa Martínez

3 comentarios:

SKORPIONA dijo...

Querida Issa felicitaciones por tu nuevo blog "Mujer en palabras".
Muy interesante el tema que has tratado en el artículo DEFENDIENDO LA PREFERENCIA SEXUAL de las personas.
Saludos desde Lima Perú.
SKORPIONA
Inés de la Puente
www.skorpiona.com

Celeste dijo...

Hola Issa, gracias por escribir a mi blog, por supuesto que me interesa colaborar con algún artículo en tu revista
estoy para servirte
te dejo mi mail
celeste.artes@gmail.com
no he podido leerte toda pero me gusto mucho tu revista virtual.
saludos

Catalina Zentner Levin dijo...

Totalmente de acuerdo, Issa, la preferencia sexual corresponde al ámbito íntimo.

Saludos,