jueves, 28 de agosto de 2008

DESCUBRIMIENTO CIENTÍFICO

Un científico estadounidense crea un pez transparente para estudiar mejor al ser humano. Desarrollado en el marco de una investigación de células madre, el doctor White lo considera un modelo para profundizar en el análisis de enfermedades como el cáncer.


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Probablemente sería más interesante que creasen por fin a la “mujer transparente”, así verían muchos que la mujer tiene mas corazón que pulmones, más diversión que rutina, más pasión que frialdad… que siempre necesita un abrazo, y casi siempre muchos, que cuando quiere cariño no significa que quiera sexo, que su fidelidad es casi absoluta, que ama incondicionalmente, que siempre se enamora de una personalidad y nunca de un "físico",que no da esperanza a nadie que no seas tú, que se adapta mejor y más rápido a todo, que lucha por tu felicidad más que tu por la tuya propia, que su paciencia es infinita con sus hijos porque son parte de ella, que la maternidad es el deseo más intenso de su alma pero que puede renunciar a ella por amor, que es más paciente y tiene más capacidad de sacrificio y trabajo que nosotros, que siendo libres a veces se sienten encerradas en sí mismas, que su piel es mucho más que su piel, que cada una de ellas tiene algo que las hace especiales, únicas, pero quieren que tú lo veas, que necesitan sentirse bien, guapas y queridas cada segundo de su vida, que cada detalle que tienes con ella entras más y más en su corazón, que no merecen que las pierdas el respeto nunca aunque lo toleran con fortaleza y serenidad, que la risa y el llanto no siempre significan lo que parece, que te valoran, olvidando su propia valía, que las mismas enfermedades le duelen menos que a tí, y, sobre todo, que siempre se mantendrán a tu lado…

¿Hará falta crear a una transparente?

Por Ernesto

http://ernestosport.blogspot.com/

viernes, 8 de agosto de 2008

DEFENDIENDO LA PREFERENCIA SEXUAL

Todo ser humano tiene derecho a elegir su preferencia sexual y esta elección no cambia su esencia de ser humano. Yo escribo desde mi convencimiento heterosexual, pero defiendo la homosexualidad como la más íntima decisión que solo a cada individuo compete.

En un mundo en el que los temas sexuales fueron tabú por varios siglos y en el que puede entenderse mucho más la violencia en cualquiera de sus manifestaciones, que cualquier preferencia sexual distinta, es entendible el rechazo. Máxime si hasta no hace mucho la mujer era considerada como un ser sin sexualidad, y solo como un instrumento para el alivio del macho.

Existen teorías que declaran una bisexualidad natural en el ser humano –según Freud- y, quizá, sea en la etapa de la niñez cuando ésta se encuentre más latente. Quizá, también, sean los roles que el infante viva dentro del núcleo familiar los marcadores decisivos para adquirir a futuro una preferencia sexual definitiva o, la forma en que los propios padres traten las inclinaciones sexuales de sus hijos y la libertad para ello que éstos les otorguen.

Posiblemente si no habitáramos en una sociedad que marca pautas de conducta como únicas opciones para vivir dentro de lo socialmente correcto, el ser humano tendría una libertad plena para definir su sexualidad y, por lo tanto, no existiría el rechazo a las preferencias sexuales distintas.

Tal vez el miedo sea el reactor principal que hace manifiesto dicho rechazo. Miedo a lo que muchas veces no se conoce y por eso no se entiende y por consecuencia se teme. Y no me refiero a que sea necesario mantener relaciones sexuales distintas a las que tenemos abiertamente, sino a conocernos verdaderamente a nosotros mismos en nuestra intimidad sexual.

No hablo de desenfrenos o perversiones. No hablo de personas adultas -protegidas por gobiernos e iglesias- agrediendo sexualmente a niños. Hablo de esa cuestión íntima, limpia y natural, hablo de sexo en paz y sin vergüenza. Hablo de una libertad no conseguida sino irrenunciable, con la que todo ser humano por genética nace: su sexualidad.

Issa Martínez

domingo, 3 de agosto de 2008

Azul Violeta

En aquel tiempo, cuando el mundo era tan sólo un niño pequeño, se unieron los colores primarios a su alrededor para acompañarlo. Sin embargo, como la vida misma representa un continuo cambio, ellos se cansaron de ser tan pocos en número y se les ocurrió una idea para aumentar la gama de colores que acompañarían al mundo en su proceso de crecimiento. Propusieron, a través de una convención denominada La Convención Unificada, que combinarían lo mejor de cada uno y que de allí nacerían los que faltaban. Ellos habían aprendido algo muy importante, se decían que la individualidad había sido buena por un tiempo, pero que ahora querían probar la ventaja de un trabajo conjunto, un trabajo donde todos tendrían cabida en el entorno y respetarían su propio espacio. De allí partiría la Evolución.

Infinidades fueron las nuevas versiones, y cada color con sus características más resaltantes comenzaron a tener un significado porque iban desde el tono más armónico hasta el que menos cumplía esa cualidad.

Podríamos pasar horas contando la historia de cada nuevo color, pero nuestro propósito actual radica en uno de ellos: el Azul Violeta, comúnmente denominado el Violeta.

Nuestro color partió de la unión equilibrada del Rojo y el Azul, los cuales aportan amor y tranquilidad mental respectivamente, de lo cual podríamos concluir que el Rojo representa la parte Sentimental, y por su lado el Azul representa la parte mental o de Razón.

El Azul Violeta es uno de los colores más profundos que se pueden conseguir, representa: sabiduría, creatividad, independencia, dignidad, serenidad, cambio y transmutación. Sencillamente un color maravilloso.

Ahora, luego de dar este importante preámbulo, me gustaría comentar sobre Los Amores Azul Violeta. Sí, existen amores de colores. Este es uno de ellos.

Parten de la Unión Equilibrada del Rojo Femenino y el Azul Masculino, y forman el más bello amor, armónico, equilibrado, racionalmente-sentimental o sentimentalmente-racional, justo, honesto, sincero, valioso, verdadero.

Para algunos personajes pesimistas puedo estar escribiendo sobre una ilusión, pero aseguro que no lo es. Y para quienes lo viven pues este texto describe el amor que sienten y que yace a su alrededor.

Cuando miramos la realidad nos enteramos rápidamente de los amores que llevan tonos no-armónicos, por X o Y detalle pero esto no significa que todos estén pintados con el mismo color, porque como hemos dicho la combinación depende de ambos elementos y de su justo equilibrio, porque no es lo mismo unir los colores Negro y Amarillo, a unir un Rojo y un Azul que son el complemento perfecto del otro.

¿De qué color es el amor en el cual vives? Espero que tenga un tono de… Azul Violeta.

Waldylei Yépez

jueves, 26 de junio de 2008

Sobre ¿el desamor?

Me pregunto, siempre me he preguntado, por qué ese empeño en batallar contra el desamor, o contra lo que creemos amor, que muchas veces son sólo esperanzas fallidas, proyectos de futuro no compartido, evaluaciones de sentimientos desde un único punto de vista.
Siempre me sorprendió la frase egoístamente amorosa y teatralmente perfecta <¡Ámame porque te amo!>.
A veces me digo a mi misma, que no es la angustia y el placer de descubrir el amor lo que me satisface, lo que redondea mi espíritu, lo que hace florecer mi carne, sino ese periodo doloroso del desamor, sea de mí hacia la otra persona o cosa, o viceversa. La tristura de conocer y no reconocer que uno se ha equivocado.El amor compartido apenas precisa de explicaciones, de demostraciones, es un hermoso paseo en compañía, en lo duro y en lo maduro, sólo que el amor no llega como las ollas a presión (aunque tiene muchas similitudes) con una válvula de seguridad, o con un semáforo que nos advierta del peligro y de los tiempos ni fú ni fa. Compararlo con una planta es también peligroso, porque por mucho amor que pongas en su cuidado no siempre puedes defenderla del atorrante calor veraniego o de la helada invernal, e incluso soñar que una vez que florezca, la flor no será efímera...Yo amo el amor y el desamor aunque me duela. El desamor es, sin quizá, el motor de parte de existencia, lo que me hace reactivarme, trabajar a fondo, buscar nuevas posibilidades de relación... pero esto tardé tiempo en comprenderlo. Hubo un tiempo en que simplemente me metía en mi fanal de incomprensión y con las lágrimas y la soledad me hacia todas esas preguntas sin hallar respuestas. Hasta que un día descubrí que simplemente mi humanidad había encontrado algo, alguien, pero que ese algo o alguien sólo había visto, encontrado en mi, un punto de referencia antes de seguir su camino.Existe un libro de Linda no se qué, llamado Las mujeres que aman demasiado. Es muy interesante leerlo. Viene a decir que el enamorarse es una enfermedad del alma, porque de nuestros padecimientos no solemos aprender sino que volvemos a elegir personas con las que soñamos futuros a la postre imposibles porque las elegimos con los mismos defectos o virtudes que nos alejan irremediablemente de ellas.

Luci Garcés